Forma número seis.
Si un bajista tiene un calambre en la mano en pleno
concierto, solo recuerda acercarte y bajarla para ayudar a la circulación de la
sangre en la zona.
Si logras realizar tal proeza en tiempo récord
recibirás el mejor agradecimiento que podrían darte.
Tom sabia que decirle a Georg una estupidez solo horas antes de dar un concierto haría que todo marchará mal. Uno porque el bajista tras mandarlo a la mierda y algo más lejos que eso le tiraría cualquier objeto lo suficiente mortífero para dañar según palabras textuales de este ‘la cara de muñeca’ que poseía. Segundo evitar a toda costa el ritual de años de ir al baño solo minutos antes de subir al escenario, cábala sagrada para que todo resultará bien en el show.
Tom era Tom y sin evitar ser
molestoso como era su ser cayó en cuenta en la cagada que había provocado.
Georg estaba enojado… todo
iría mal. Muy mal.
Es que sin evitar su
naturaleza se encuentra a Georg minutos antes del concierto que darían en
Brasil y le susurra en portugués.
–Con ese mástil te doy por el
culo – sonríe sin evitarlo – Pero como nunca querrás probar mi mástil… –
termina riéndose como orca asesina. Georg solo frunce los labios y se aleja de
él. Tom se queda solo y recuerda que ha metido la pata. Muy dentro de un hoyo.
Justo cuando debe salir a escena.
Tom es músico. Tom sobre todo es
un artista y debe hacer un show, primero con su hermano, luego con su amigo
bajista. Tom es idiota. Tom tiene un orgullo inquebrantable y Georg lo sabe muy
bien.
Miles de gritos se escuchan en
el recinto, Tom jamás había escuchado tanto griterío en su vida.
Extasiado se dirige al lugar
donde está el castaño y el alma se le va. Georg cierra los ojos y Tom sabe el
por qué.
– ¡Georg! – corre lo que le da
el vestuario y con una pose de top model se sitúa frente de su amigo - ¡Baja la
mano! ¡BAJALA! – le grita. El
guitarrista se maldice por ser un idiota. Un calambre en pleno concierto era lo
peor, si tenía suerte y alargaba un solo justo en la parte del bajo y hacer pasar
eso como un acto egocéntrico de su parte. Todo para ganar tiempo.
–Déjame en paz – Georg susurra
lo más fuerte que puede – Es mi mano. Mi calambre – le escupe en la cara y Tom
se quedo estático – ¡Rayos! ¡Como duele! – Georg baja lentamente la cabeza
gimiendo por el dolor del calambre.
Tom corrió como bestia hacía
Bill y le murmura.
–Canta algo, mezcla cualquier
canción – el pelinegro se dio la vuelta para encarar a su hermano mientras
cantaba – Hay un 808 en desarrollo – Bill busca a Georg por el escenario con
una sonrisa fingida para despistar a los fans para solo ver con horror como
este agarra el bajo por el colgante y lo tira lejos.
Lejos y todos se quedan
callados. Georg sale hecho una furia del escenario. Gustav va detrás de su
amigo y Bill solo le dice a Tom.
–Deja de seguir ese manual de
‘nose-que-para-conquistar-a-nose-quien’ – sale del escenario sin antes decir –
Hazlo por él.
Tom sabe que las cosas se le
están saliendo de control.
No hay comentarios:
Publicar un comentario