Forma número 4.
Solo di que ‘toca como John Entwhisthe’.
Bill no necesita que le digan que su hermano anda extraño. Menos que le recuerden que está actuando muy raro. Estalla cuando la séptima persona que se lo recuerda terminada diciéndole entrelineas ‘que se notaba lo unidos que eran’. No hay necesidad de que se lo recalquen. Él lo sabe desde que salió del baño después de levantarse y rascarse la axila derecha, no necesita más información que esa, aunque todo tiene su límite y corriendo como endiablado hacía el cuarto de Tom en aquel hotel y sin llamar, puesto que posee la llave electrónica de la habitación encuentra una escena que jamás podrá borrar de sus ojos.
Con su pijama de dinosaurios
favoritos, sus lentes de lectura, su peluche de iguana llamada África, un
tocadiscos y un montón de vinilos esparcidos por la cama es donde se encuentra
su hermano leyendo los créditos del disco que tiene en la mano y no es la
imagen de un Tom con los brazos cortados y con la mirada perdida en el
horizonte que esperaba… claro que tenía la mirada fija, pero en la imagen a
color de la caratula del disco que sus manos tocaban con respeto.
Sin necesidad de palabras, se
saca las botas de diseñador y se acuesta al lado de su hermano que refunfuña palabras
que no entiende. Toma un disco al azar y se queda pegado en la imagen de cuatro
hombres, de los años 70 y con un título de color amarillo que resalta tres
simples palabras: ‘Who are you’.
Abre los ojos, parpadea y le
dice a Tom.
– ¿The Who? – pregunta sin
creer lo que ve, su mirada se dirige a los vinilos que están en la cama y
suspira – ¿The Who? – vuelve a preguntar.
–Nop, es Hannah Montana – le
contesta Tom, Bill que siempre desea replicar, aunque se guarda toda contra
respuesta al ver la cara de concentración de su hermano.
Tom agarra otro vinilo y Bill
le mira tratando de descifrar todo lo que ve sin caer en ideas que caen en lo
absurdo.
Se recuesta y acomodando la
almohada para que su cabeza descanse en paz, siente como el pie de su hermano
le pega en un muslo y riéndose mentalmente al ver la cara de Tom espera a que
su hermano le hable.
–¿Bill – Tom se muerde los
labios y dispara – como puedes enamorar a una persona tratando de hacerle
entender que es mejor que ese barbón? – sacándose sus anteojos indica con el
armazón de este a un hombre de camisa blanca– ¡Vamos, dime!
Bill sonríe y quitándole el
disco de vinilo, le saca el protector que lo cuida y con gracia lo coloca en el
portadiscos y escucha como la estancia se inunda con una intensa voz: ‘Surrounded by
people, A real heavy crowd, But inside I still feel lonely no’. Tom no necesita ninguna respuesta y tomando su teléfono
espera en línea hasta que le contesten.
–Eres mejor que John
Entwhisthe – se sonroja mientras habla y Bill se ríe bajito – siempre lo he
pensado y… - titubea – te amo por eso Georg – Tom cuelga y se tapa con la
frazada hasta la frente.
Bill hace lo mismo y en
pocos minutos se larga a reír.
–Le hace mucha práctica,
talento y porte para que llegue por lo menos a tocar 4 minutos con John. –
luego siente los dedos de Tom atacar sus costillas – Bueno tal vez quítale el
porte, que dudo que pueda llegar a tener.
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